lunes, 28 de septiembre de 2009

Día 12 - Czesky glotonsky

Estación H.L, Praga. 06:53 AM.
Dos jovenes de aspecto lamentable avanzan dando tumbos por los andenes, buscando una salida. Cargan con enormes mochilas y otean el horizonte en busca de algo.
Minutos mas tarde, encuentran una pequeña cajita en la que introducen una tarjeta verde. "Elija su cantidad": 2000 Kç. Los dos jovenes acaban de convertirse en millonarios (Aunque hayan sacado mas dinero del que pensaban!).
Esos dos jovenes éramos nosotros, y realmente aqui en la Republica Checa... podemos comer de restaurante!! Incluso hemos desayunado en la estación. Yuju!
Bueno, no todo es barato aqui en Praga, nuestra nueva casa. Los souvenirs tienen el mismo precio que en el resto de Europa, e incluso el centro de Praga puede llegar a ser carísimo, pero en la parte normal de la ciudad... Jejejeje...

Nuestro hostal es el Boathouse Hostel, un edificio a orillas del rio Vltava regentado por Helena y Vera, unas checas muy simpaticas a quienes poco a poco estamos volviendo locas. Les hemos pedido ya que nos dejen internet, indicaciones, tickets para el tranvia, que nos laven la ropa... Menos mal que no se mosquean y nos aguantan!
El hostal es muy familiar y acogedor. En el folleto ponía que querían ser "Tu casa fuera de casa", y asi nos sentimos. Todo esta muy limpito y mimado, y en los alrededores tenemos el rio y el campo, unas pistas de golf, de tenis, de voleyball... y a diez minutos del centro! Otra gozada, flipamos con los albergues que cojemos.
Y hablando de flipar, con lo que si que estamos asombradisimos es con el clima que nos esta haciendo. Os podeis creer que no nos ha llovido un solo día y que hoy, por ejemplo, llevamos todo el día con sol y calor? Apostariamos a que por allí no ha parado de llover.
Tras conocer un poco el lugar y tramitar algunas reservas mas, nos han recomendado un sitio para ir a comer, un restaurante cercano al hostal. Aqui nos hemos dado cuenta de que, efectivamente, nos podemos permitir muchas cosas por aqui, a saber:
- Dos platos de arroz con carne rellena de huevo, salchicha y verduritas al estilo checo: 5 €
- Dos jarras de medio litro de la mejor cerveza del mundo: 1,5 €
- Total: 6,50 €
- Comer en la República Checa, no tiene precio

Ya con la barriga bien llena, y un poco adormilados por las cervecillas, nos hemos vuelto a subir al tranvia, esta vez con dirección al centro de Praga, que esta bañado por el mismo río, hasta llegar al puente de St. Charles, el puente mas antiguo de la ciudad. 516 metros de largo y 10 metros de ancho, custodiados por dos torres góticas de acceso.



Un montón de pequeñas callecitas nos esperaban, mientras poco a poco los edificios de la Stare Mesto hacían su aparición, mientras nos internabamos por la calle Celetna, a la derecha del puente.


Lo primero que hemos encontrado ha sido el ayuntamiento o Staromestke namesti y la plaza principal, que estaba llena de puestos de comida tipica y turistas. El ayuntamiento tiene un reloj astronomico del siglo XV en su fachada, y cuando dan las horas, las estatuas de los obispos de la pared principal desfilan, mientras la muerte, la avaricia, la vanidad y el miedo bailan al son de los doce sacerdotes que lo adornan. Muy gracioso.
Nos hemos dado cuenta de que nos estabamos quedando un poquitin dormidos, asi que nos hemos sentado en una terraza a tomar un café. Todo muy de millonarios, a saber:
- Cortado: 3€
- Cafe con leche: 4€
- La cara de gilipollas que se te queda cuando pagas mas por dos cafes (Por muy bien presentados que estuviesen y por mucho que el lugar sea de los mas privilegiados de Praga) que por la comida: no tiene precio.
A que no sabeis de quien es la exposición del museo de la plaza principal? Pues si, Dalí debe de ser el artista mas internacional del mundo, porque en cada ciudad que estamos el tío tiene un museo entero dedicado!
Hemos seguido hasta la torre del polvorín y hemos callejeado por la parte vieja hasta que se ha hecho de noche, cuando nos hemos parado junto al río para escuchar a un músico ambulante que amenizaba el atardecer con su musica. Es increíble lo diferentes que son los atardeceres en las diferentes ciudades. Igual que en Berlín el cielo se ponía de un rojo intenso, el atardecer de Praga cubre el cielo de rosas y morados de diferentes intensidades. No nos extraña que la gente se alquile un bote para pasear a ultima hora, es una gozada.


Ya estabamos cansadillos, que el viaje por la noche ha sido una pequeña paliza, asi que nos hemos vuelto a nuestro tranquilo hostel a descansar, cenar algo, tomar otro par de cervecitas a la luz de la luna y jugar al ajedrez. Aunque bueno, no tiene mucho sentido, Lucia siempre gana (haciendo trampas, por supuesto).
Mañana dormiremos por la mañana para recuperar fuerzas y visitaremos el siguiente trozo de Praga: La ciudad pequeña. Asi que mañana os contamos, sed buenos (o que no os vean) y nos os olvideis de que estaremos aqui, mañana, desde el mismo lugar y a la misma hora con "El show de Yoel y Lucia".
Nass sDrravvee!

6 comentarios:

  1. Jo jo jo cada vez tengo más claro que os vais a quedar por ahí !!!. Que felicidad más insultante con lo que sufrimos otros aquí trabajando !. Y además bien serviditos de comida, y Europa Tropical !!

    ResponderEliminar
  2. a ver si calculais mejor la altura a la hora de sacaros las fotos que en algunas, por ejemplo en esta ultima, os falta un trozo de cabeza, y no es que la tengais mu gande ninguno de los dos! jaja
    a seguir disfrutando y un muxu

    ResponderEliminar
  3. Ama, que no te enteras, son fotos artisticas, que cogemos ideas de Europa!! ;P

    ResponderEliminar
  4. aqui n nos podemos qejar del tiempo,pero cuando vengais traeros esos atardeceres... XD

    ResponderEliminar
  5. llevarme con vosotrosssssssssssss (eider)

    ResponderEliminar
  6. Y cuando dejais de vag(e)ar por ahí ?? ya os vale, no?

    ResponderEliminar