jueves, 3 de diciembre de 2009

20- La casa de Freud



Después de desayunar y hacer el checkout, hemos salido a disfrutar de una soleada mañana. Eran las once cuando de camino a la parte vieja nos hemos encontrado con un mercadillo donde vendían un montón de cosas de segunda mano. Según íbamos avanzando veíamos más y más puestos. Cómo no, también había algún que otro puestito de chocolates y entre tanto, jóvenes grupos de música. Al final del largo recorrido por el mercadillo, estábamos justo al otro lado de donde pensábamos partir. Pero nos ha dado igual, para algo estamos de vacaciones, asique hemos decidido empezar el paseillo desde donde pensábamos acabarlo.

Hemos vuelto a ver el Parlamento austríaco mientras dábamos un tranquilo paseíto, y hemos llegado a la conclusión, de que todos los edificios que rodean la avenida Ring son unas auténticas obras de arte. También hemos andado por la parte vieja, visitado la plaza de Bethoven y hemos conocido el parque de Mozart. Según hemos sabido, durante siglos, los cafés han sido parte esencial de la vida vienesa. Para los vieneses un café es algo más que un lugar al que se va a beber, es un centro de reunión, un sitio donde tomar un aperitivo o un almuerzo ligero y un refugio para darse un respiro de la vida de la ciudad. Asique no nos podíamos quedar sin los típicos cafés. Hemos elegido el café Landtmann para nuestra visita, lugar a donde Sigmund Freud solía acudir y el cual hoy en día lo frecuentan aficionados al teatro y actores, así como periodistas y políticos. Una vez más nos hemos tenido que resistir a la tentación de probar los pastelillos de este elegante café, perono nos ha importado mucho porque justo antes habíamos comido unos slice de pizza con que estaban de muerte.
Desde ahí nos hemos dirigido a la casa de Freud el cual, hoy en día es un museo. Entre otras cosas hemos podido observar antigüedades reunidas por Freud de sus viajes, su sombrero y su bastón, así como parte de su gran colección de libros, escritos originales, etc. Por supuesto, también había una tiendita en la entrada del piso. Hemos pasado la tarde sumergidos en el ello, el yo, la sublimación y el complejo de Edipo o de Electra y pensando en la idea de Freud de buscar el origen de las neurosis adultas en la sexualidad infantil.


Al salir del museo, dando un paseito nos hemos despedido de esta gran ciudad, susurrando a orillas del Danubio que volveremos algún día no muy lejano. Después hemos cogido el tren que nos llevará a nuestro ya, último destino...

Como siempre, un fuerte abrazo desde "El show de Yoel y Lucia". Mañana, en el mismo canal y a la misma hora tendréis noticias nuestras. Hasta entonces seguid siendo buenos (o, que no os vean!).







martes, 1 de diciembre de 2009

19 - Contagiados por su música




Después de los baños de ayer, hoy nos hemos despertado como nuevos. Hemos hecho las mochilas y después de recoger un poco el piso hemos salido hechando leches hacia la estación. Con tanta prisa, al final hemos llegado 40 minutos antes y después de comprobar la vía y hora de nuestro tren hemos pasado el ratito comprando chucherias con los últimos florintos que nos quedaban. A las 11 y de 10 hemos salido de Budapest en un tren que no estaba nada mal y tres horas después,llegábamos a Viena.
Cuando hemos salido de la estación parecía que se iba a poner a llover. y para colmo, no encontrábamos el hostal. Al final, aunque hayamos tardado media hora en hacer un recorrido de tres minutos, hemos podido dejar las mochilas y descansar tomando un té en la sala de estar de “Westend City Hostel”.
Además no ha llovido y hacia las cinco hemos salido a la calle a ver que nos deparada el día. La primera parada ha sido el parque de Freud, al que hemos llegado en tranvía. Tras encontrar su misteriosa frase en una piedra y observar a unos estudiantes que suponemos, eran de psicología dando clase al aire libre, nos hemos adentrado por la avenida Ring. A la derecha hemos encontrado la sede de la Universidad de Viena y para cuando hemos llegado a Rathaus Platz (plaza del ayuntamiento), ya había anochecido. El Ratahus es un edificio de estilo neogótico que por su altura, desde su construcción a finales del siglo XIX ha marcado el perfil de la ciudad. A través de los jardines del parque hemos llegado a otro importante edificio de esta ciudad, la sede del Parlamento. Después de sacar varias fotos al imponente edificio, hemos retomado la avenida Ring para dirigirnos hacia Maria Theresien Platz, más conocida como La Plaza de los Museos. En él albergan entre otros el Museo de Bellas Artes o el Museo de Historia Natural, los Edificios Idénticos.
Ya había anochecido cuando nos hemos adentrado por el casco viejo. Aqui hemos encontrado gigantes edificios desde donde colgaban banderas, carruajes tirados por caballos, casitas medievales que albergaban pequeños negocios de dulces y soubenirs... En Viena todas las tienditas son elegante  y están sumamente cuidados. Ponen mimo en adornar los escaparates y la verdad, dan muchas ganas de gastarse el dinerillo. Pero a pesar de ello no hemos comprado nada.
Hemos seguido paseando hasta que de frente, nos hemos encontrado con la que llaman “Òpera del Estado”. Llegar aqui ha sido la excusa perfecta para hacer un descanso ya que a través de una pantalla gigante se podía disfrutar de diferentes obras musicales. Y esque, hablar de Viena es hablar de música. Aquí vivieron y compusieron gran parte de su obra Mozart, Haydn y Beethoven entre otros. Y así, contagiados por la música tan especial que desprende la capital austríaca, hemos partido hacia el hostal.
No obstante, de camino nos hemos vuelto a parar. Esta vez para comer dos exquisitos trozos de pizza.Por hoy aquí nos despedimos. Pero ya sabeis, mañana más, y mejor. Aquí, en el show de Yoel y Lucia, no falteis a la cita! Hasta entonces sed buenos (o, que no os vean)!

sábado, 3 de octubre de 2009

Día 16 - Buda... Y toca dar envidia!



Hoy no nos podemos quejar, por fin hemos dormido con fundamento y nos sentimos repletos de energía. Hasta hemos desayunado en la cama!
La ruta de hoy consistía en visitar Buda, la parte izquierda del Danubio. La verdad, esta zona no tiene nada que ver con Pest, mas bien parece un parque de atracciones anexo a la ciudad comercial.
Lo primero que hemos hecho ha sido subir al monte Ghellert, donde se encuentra la ciudadela, antiguo refugio de los húngaros. Tras media hora de subir escaleras y perdernos por caminitos, la cima nos esperaba con las que, probablemente, sean las vistas mas espectaculares de la ciudad. Lamentablemente, estos húngaros piden pasta por todo, así que tampoco hemos podido visitar la ciudadela por dentro.

Fuera hemos hallado una exposición de los cañones y morteros que se usaron en la segunda guerra mundial para proteger el monte. Lo cierto es que es una posición defensiva inmejorable, casi inalcanzable si esta defendida por cañones. Cualquiera sube hasta allí corriendo y esquivando las balas de los tiradores, que debían de tener una posición magnifica para acertar a los escaladores. También hemos visto varias estatuas en los alrededores, una de ellas llamada "La estatua de la libertad".
Tras bajar el monte Ghellert y almorzar hemos subido al palacio de Buda, antigua ciudad de la burguesía. Tras cruzar sus muros no ha sido fácil encontrar el centro, en verdad esto era un antiguo pueblo, pero al fin hemos llegado a una plaza con jardines y símbolos y estatuas de personajes húngaros. Hasta aquí llegaba un coqueto funicular, pero nosotros no nos habíamos enterado. También en esta plaza se encuentra la oficina del primer ministro. Este señor no escatima en gastos, eh, vaya choza.
Una de las cosas que mas nos ha gustado de Buda es que la contaminación no está tan presente aquí, el aire esta limpio y es mas fácil ver el cielo. Como decíamos, casi parece un parque de atracciones turístico, lleno de jardines y con todo bien cuidado (Aunque muchas partes están siendo aún restauradas).



Un poco mas adelante la Iglesia de Matías nos ha saludado con su tejado amosaicado, lleno de color. Rodeándola, el bastión de los pescadores, el antiguo mercado donde se comerciaba con el pescado, nos has sorprendido por su belleza. Se trata de una plaza custodiada por siete torres blancas e impolutas, representando cada uno de los siete días de la semana, desde donde se puede avistar toda Budapest. Sin lugar a dudas, Buda es mucho mas bonita que Pest, y por aquí apenas andan coches.

Cuando hemos terminado la visita ya era el mediodía, y paseando por vez última por el Danubio, hemos vuelto a casa a comer. Y por la tarde...
La tarde ha sido uno de los mejores momentos del viaje, un justo premio a nuestro agotamiento de los últimos días y un bálsamo para el cuerpo y el espíritu. Y que han hecho estos dos, os preguntaréis, para estar tan contentos?
Pues hemos estado en los baños Széchenyi Gyógyfürdó, una experiencia que ningún visitante de Budapest debería perderse. Con aguas naturales de hasta 47 grados, con piscinas interiores, saunas fenicias, turcas... y, lo que es aún mejor, piscinas exteriores con agua calentita y jacuzzis, esto es un verdadero oasis en la ciudad. Todo con una decoración exquisita, aquí nos hemos quedado disfrutando hasta bien entrada la noche. Pena que se nos haya acabado la batería de la cámara antes de que anocheciera, porque estar en el jacuzzi en la calle a oscuras y rodeado de farolas es un lujo que ya nos gustaría tener bien cerca. Quizá deberíais plantearos una visitilla, aunque solo fuese por esto. Por cierto, el asiático de ayer también estaba aquí, parece que se ha quedado en Budapest.

A la salida, hemos visto la Plaza de los Héroes hungaros y el castillo de Széchenyi, que están rodeados por los lagos que se forman del agua filtrada desde la tierra, la misma que usan en las termas.
Relajados, descansados y muy contentos, vamos a ver si nos cenamos una sopita y una pizza en casa. Desde "El show de Yoel y Lucia" nos despedimos y os citamos mañana, a la misma hora, en el mismo canal (Aunque llevamos unos cuantos día sin poder subir nada porque no tenemos internet). Sed buenos (O que no os vean), que aquí vuestros seguros servidores se preparan ya para la siguiente aventura, puesto que mañana partimos ya para...


Día 15 - Pest


Bueno, esto ya es la leche... No vamos a descansar nunca! Esta vez el tren estaba lleno, y no hemos podido tener una cama para dormir. Es decir, que apenas hemos pegado ojo, y cuando nos hemos quedado dormidos un rato nos hemos despertado con el cuerpo dolorido por la postura. Pero que mala suerte con lo de dormir estos últimos días! Que estamos de vacaciones! Al menos conseguimos un asiento, porque unos chicos han viajado en el pasillo del vagón, y nos ha tocado gente maja en el compartimento, una pareja de ancianos Australianos que visitaban Europa. El hombre ya habia estado en diferentes sitios de nuestro continente, pero nos explicaba que le gustaba mucho viajar y que en Oceanía no tenían demasiadas posibilidades de descubrir nuevos lugares. Y encima, el viaje en avión hasta aqui les cuesta 3000 €!
Tras bajarnos del tren hemos desayunado en el McCafé de la estación. La influencia de Italia es bastante grande aquí, por lo que podemos ver, porque todos los cafés tenían su nombre en italiano.
Aquí en Budapest hemos decidido alquilar un piso en una zona céntrica de la ciudad, porque nos costaba lo mismo que el hostal pero así tenemos una cocinita! El piso no esta mal, es antiguo pero todo esta bien habilitado, como si fuera un hostel. Vaya experiencias, eh!
Tras librarnos de las pesadas mochilas, hemos bajado a la calle y comprobado que, efectivamente, estamos en el centro de la ciudad, en una de las calles principales de Pest, la orilla derecha de esta ciudad dividida por el Danubio.
En nuestra guía de Interrail nos recomendaban el restaurante Fàtal para comer, que al parecer servían platos enormes a bajo precio... y damos fé, nos hemos puesto muy muy chatos! Vaya platazos!
Lo que veis es Guylash con champiñones y pollo con una especie de tortilla de lasaña, algo típico de aquí porque ya no recordamos el nombre. Todo estaba muy muy bueno, pero a pesar de ello ha sido imposible acabarnoslo! Todo regado con un par de cervezas húngaras, mmmm...
Pues nada, después de la comida hemos pensado que ya era hora de ver un poco de la ciudad, concretamente de Pest. Nuestro paseo ha comenzado en la Sinagoga, la mas grande de Europa y la segunda en el mundo. Pero son unos gitanos, nos pedían 5 € por entrar... Pero estos religiosos de que van! Además de que vamos a verlos, nos hacen pagar!


La basílica de San Esteban estaba en la siguiente manzana, así que hemos tirado para allí. Quizá el no dormir y comer tanto nos han adormilado, pero la verdad es que ya teníamos una semi-baja en el equipo, y nos hemos arrastrado un poquito para llegar. Estos al menos no nos han cobrado por entrar y hemos podido sentarnos dentro. La basílica en cuestión es un edificio enorme. Y cuando decimos enorme, es enorme de verdad. Quizá, el mas grande que hemos visto en el viaje, pues no solo es alta, sino que también es realmente ancha! Desde fuera es espectacular, adornada en cada uno de los pisos por un montón de estatuas de santos y obispos. Dentro esta la mano del antiguo rey de Hungria Esteban, momificada. Hemos intentado llegar hasta ella, pero a escasos dos o tres metros, un señor nos ha impedido el paso y nos ha dicho que la hora de visitas ya había terminado. Y nosotros colándonos en la habitación! Jejeje! Una curiosidad: Esta noche en el tren había un grupo de asiáticos que iban para Viena, que se habían equivocado de coche y se habían metido en uno de los que terminaban en Budapest. El tío se ha debido de venir el solo, no sabemos si se ha equivocado, pero andaba por la Basílica sin su grupo.
Con las poquitas energías que nos quedaban, hemos dado un paseo a orillas del Danubio, donde un montón de zapatos de bronce recuerdan a las víctimas de la II. guerra mundial que murieron intentado cruzar el río. Ya veis, el rastro de aquella guerra y del comunismo está presente en toda Europa.
Al fondo se encontraba el parlamento húngaro, otro edificio de grandes dimensiones muy señorial. Llegados a este punto, hemos decidido que era hora de descansar y recuperarnos para mañana, y hemos dado la vuelta hasta nuestra casa. Aun así, todavía nos ha dado tiempo de pasar por un parque en el que la gente

ata candados a una estructura metálica pidiendo un deseo. Quien sabe, alguien puede que vuelva en muchos años a buscar su candado y, por supuesto, aún seguirá allí!Budapest, a primera vista, nos ha parecido una ciudad de grandes contrastes. Es muy curioso el ver calles destrozadas y llenas de pobreza, negocios cerrados y gente durmiendo en bancos en el centro de la ciudad, con todo muy sucio, y girar la esquina y descubrir un monumento con una gran zona habilitada a su alrededor, limpia como la patena. O encontrar un hotel de lujo en medio de una calle con apenas pavimento. Lo que no nos ha gustado nada es el incesante tráfico que se mueve por este lado y la visible polución, que apenas permite ver el cielo.
Ahora estamos viendo la tele (Aunque no entendeos un pimiento) y nos vamos a dormir ya, que estos últimos días están siendo una paliza. Menos mal que tenemos una cama enorme y la casa es silenciosa.
Ooouhhh (Bostezo). Os dejamos hasta mañana, a la misma hora, en el mismo canal, desde "El show de Yoel y Lucia". Sed buenos (o que no os vean) y buenas noches!

viernes, 2 de octubre de 2009

Día 14 - Alaridos en la noche


Recordáis que ayer no pudimos dormir demasiado y que nuestra intención era descansar bien anoche y esta mañana? Pues bien, premio de nuevo, porque nuestros vecinos llegaron sobre las 3 de la madrugada bastante contentillos y, hasta que Helena bajó a llamarles la atención, montaron una bulla de mil pares de tortugas... Baste decir que no nos puso de muy buen humor, porque ademas no le vemos la gracia a gritar poniendo la voz ronca, pero quien sabe, la juventud esta muy mal.
Y no contentos con ello, esta mañana nos han repetido el numerito de ayer, solo que mas temprano. Yoel se ha pasado el desayuno mirandolos con odio e intentado poner miradas amenazadoras. Baste decir que no ha tenido mucho exito, porque ni el profesor del grupo nos ha dicho nada...
Asi que hemos preparado las mochilas y hemos dejado la habitación, con un sueño... Pero no podíamos dejar pasar la oportunidad de visitar por ultima vez Praga, así que armados de ímpetu y poco mas, nos hemos arrastrado hasta la ciudad pequeña una vez mas, para recorrer sus calles con luz. También hemos descubierto los canales que cruzan esta zona y hemos comido a sus orillas. Hum... esto que se llamará, la Venecia Checa?



Como habéis podido comprobar, hoy hemos utilizado el termino arrastrarnos. Y es que eso es lo que hemos hecho, porque apenas podíamos con el sueño.
Tras terminar de pasear la única zona de Praga que nos quedaba, "La ciudad nueva" (Que tiene poco que ofrecer, todo sea dicho), hemos vuelto a "nuestro" restaurante sobre las 8 de la tarde, para tomar nuestra última cena y... no solo estaba buenísimo una vez mas, sino que ponían el partido de la Champions del Barça en la tele! Aunque no nos ha dado tiempo a terminar de verlo, porque nuestro tren salía a las doce y media y teníamos que volver al hostal a recoger los bartulos.
Tras despedirnos de Helena y Vera, ya estamos en la estación de tren, esperando a que nuestro andén aparezca en la pantalla luminosa, asi que nos despedimos de vosotros, no sea que lo perdamos!
Como siempre, un fuerte abrazo desde "El show de Yoel y Lucia". Mañana, en el mismo canal y a la misma hora aunque...
Pristi Zastavska... Budapest!


Día 13 - Mala Strana

Esta mañana, como os dijimos ayer, la pensábamos ocupar en dormir y dormir... ay, que ilusos! Nuestros queridos vecinos (Un grupo de chavales de alguna escuela alemana o algo así) se han ocupado de negarnos toda posibilidad de descanso, mediante una inteligente estratagema mezcla de berridos y alaridos, sutilmente aliñados con portazos y demás lindezas... a las ocho de la mañana! Esperamos que al menos se lo hayan pasado bien!
Así pues, nos hemos resignado y nos hemos levantado a desayunar con la intención de volver a dormirnos mas tarde, aunque ya nos habíamos desvelado y no hemos podido dormir mas. Hemos terminado a la orilla del río leyendo y disfrutando del solecito, hasta la hora de comer.
Como no podía ser de otra manera, hemos repetido comida en el que ya es nuestro restaurante favorito de la República Checa! Esta vez hemos probado unas pechugas de pollo con queso, bechamel y espinacas, acompañadas de bolitas de patata.
Y aunque hemos salido bastante temprano en dirección a Praga, hoy ha anochecido excepcionalmente rapido. Para cuando llegamos, casi no quedaba luz, pero no hay mal que por bien no venga y así hemos podido ver la ciudad de noche.



Nuestro primer objetivo ha sido el cementerio judío pero... adivináis que? El día 28 debe de ser una festividad y estaba cerrado! Toma suerte!

Tras esto, nos hemos dirigido a la "Mala Strana" o ciudad pequeña, la parte de Praga mas allá del puente de St. Charles. Cruzándolo, hemos visto las cinco estrellas de oro que aparecieron en el río el día que el rey de praga, atacado de celos por su esposa, ahogó al obispo de la ciudad por no revelarle los secretos de esta. Ahora reposan en la estatua dedicada a este mismo obispo.
Lo cierto es que hasta este momento estábamos un poquito decepcionados con Praga, porque el casco antiguo está lleno de atracciones para turistas y ayer no nos pareció demasiado espectacular. Con la de veces que hemos oído hablar acerca de la belleza de esta ciudad! Pero su esencia debe de estar en esta "Ciudad pequeña", que hasta no mucho debía de estar ocupada por gente poco recomendable, segun hemos oído.
Lo primero que hemos hecho, aprovechando que aun quedaba algo de luz, ha sido visitar el muro de John Lennon. No es tan impresionante como el de Berlín (Y no tiene nada que ver), pero es un bonito homenaje al cantante donde cada uno escribe lo que quiera decirle al mundo.
Hemos subido por una cuesta que llegaba hasta la iglesia de San Nicolás, construida en la falda del monte que vigila Praga, con lo que podéis imaginar que las vistas eran espectaculares. Pena que no conseguimos sacar fotos muy buenas de noche!
Después, hemos buscado el castillo de Praga, también en la zona alta. Su tamaño es abrumador, apenas entra en la vista! Nos hemos abstenido de la visita por el interior, demasiado cara y larga, y hemos recorrido sus muros hasta encontrar una salida donde estaba escrito "La calle de oro".
Siguiendo tan intrigante indicación, descubrimos una bonita calle repleta de casas muy pequeñitas, en las que difícilmente entraríamos por la puerta. Al parecer son muy antiguas, así que suponemos que sus huéspedes originales debían de ser mas bajitos que nosotros. Mira, si al final somos altos y todo!



La calle conduce a la falda del monte, donde se ubican varios bares especializados en el tradicional vino de Praga, que se sirve caliente como una sopa para combatir el frío del invierno, y con las mismas vistas espectaculares de las que os hablábamos. La verdad es que la ciudad sabe lucirse

Bastante cansados y con un poco de frío, hemos vuelto hacia el centro y hemos cenado un poco de couscous y de hummous en un garito que se llamaba Duende, donde ponían buena música. Y, bueno, hemos terminado con una pequeña deuda porque no habíamos sacado demasiado dinero pero... vamos, con lo majetes que somos, quien no nos va a perdonar un eurito?
Ahora, ya en el Boathouse, intentaremos dormir y recuperar fuerzas, que a este paso no hay manera de recargar las pilas!
Mañana ya es nuestro ultimo día emitiendo el "Show de Yoel y Lucia" desde Praga, así que no os lo perdáis, en el mismo canal y a la misma hora! (Es decir, a ninguna, cuando tengamos internet disponible!). Desde orillas del río Vltava os mandamos un beso y os recomendamos ser buenos (O, en deferencia, que no os vean)!

lunes, 28 de septiembre de 2009

Día 12 - Czesky glotonsky

Estación H.L, Praga. 06:53 AM.
Dos jovenes de aspecto lamentable avanzan dando tumbos por los andenes, buscando una salida. Cargan con enormes mochilas y otean el horizonte en busca de algo.
Minutos mas tarde, encuentran una pequeña cajita en la que introducen una tarjeta verde. "Elija su cantidad": 2000 Kç. Los dos jovenes acaban de convertirse en millonarios (Aunque hayan sacado mas dinero del que pensaban!).
Esos dos jovenes éramos nosotros, y realmente aqui en la Republica Checa... podemos comer de restaurante!! Incluso hemos desayunado en la estación. Yuju!
Bueno, no todo es barato aqui en Praga, nuestra nueva casa. Los souvenirs tienen el mismo precio que en el resto de Europa, e incluso el centro de Praga puede llegar a ser carísimo, pero en la parte normal de la ciudad... Jejejeje...

Nuestro hostal es el Boathouse Hostel, un edificio a orillas del rio Vltava regentado por Helena y Vera, unas checas muy simpaticas a quienes poco a poco estamos volviendo locas. Les hemos pedido ya que nos dejen internet, indicaciones, tickets para el tranvia, que nos laven la ropa... Menos mal que no se mosquean y nos aguantan!
El hostal es muy familiar y acogedor. En el folleto ponía que querían ser "Tu casa fuera de casa", y asi nos sentimos. Todo esta muy limpito y mimado, y en los alrededores tenemos el rio y el campo, unas pistas de golf, de tenis, de voleyball... y a diez minutos del centro! Otra gozada, flipamos con los albergues que cojemos.
Y hablando de flipar, con lo que si que estamos asombradisimos es con el clima que nos esta haciendo. Os podeis creer que no nos ha llovido un solo día y que hoy, por ejemplo, llevamos todo el día con sol y calor? Apostariamos a que por allí no ha parado de llover.
Tras conocer un poco el lugar y tramitar algunas reservas mas, nos han recomendado un sitio para ir a comer, un restaurante cercano al hostal. Aqui nos hemos dado cuenta de que, efectivamente, nos podemos permitir muchas cosas por aqui, a saber:
- Dos platos de arroz con carne rellena de huevo, salchicha y verduritas al estilo checo: 5 €
- Dos jarras de medio litro de la mejor cerveza del mundo: 1,5 €
- Total: 6,50 €
- Comer en la República Checa, no tiene precio

Ya con la barriga bien llena, y un poco adormilados por las cervecillas, nos hemos vuelto a subir al tranvia, esta vez con dirección al centro de Praga, que esta bañado por el mismo río, hasta llegar al puente de St. Charles, el puente mas antiguo de la ciudad. 516 metros de largo y 10 metros de ancho, custodiados por dos torres góticas de acceso.



Un montón de pequeñas callecitas nos esperaban, mientras poco a poco los edificios de la Stare Mesto hacían su aparición, mientras nos internabamos por la calle Celetna, a la derecha del puente.


Lo primero que hemos encontrado ha sido el ayuntamiento o Staromestke namesti y la plaza principal, que estaba llena de puestos de comida tipica y turistas. El ayuntamiento tiene un reloj astronomico del siglo XV en su fachada, y cuando dan las horas, las estatuas de los obispos de la pared principal desfilan, mientras la muerte, la avaricia, la vanidad y el miedo bailan al son de los doce sacerdotes que lo adornan. Muy gracioso.
Nos hemos dado cuenta de que nos estabamos quedando un poquitin dormidos, asi que nos hemos sentado en una terraza a tomar un café. Todo muy de millonarios, a saber:
- Cortado: 3€
- Cafe con leche: 4€
- La cara de gilipollas que se te queda cuando pagas mas por dos cafes (Por muy bien presentados que estuviesen y por mucho que el lugar sea de los mas privilegiados de Praga) que por la comida: no tiene precio.
A que no sabeis de quien es la exposición del museo de la plaza principal? Pues si, Dalí debe de ser el artista mas internacional del mundo, porque en cada ciudad que estamos el tío tiene un museo entero dedicado!
Hemos seguido hasta la torre del polvorín y hemos callejeado por la parte vieja hasta que se ha hecho de noche, cuando nos hemos parado junto al río para escuchar a un músico ambulante que amenizaba el atardecer con su musica. Es increíble lo diferentes que son los atardeceres en las diferentes ciudades. Igual que en Berlín el cielo se ponía de un rojo intenso, el atardecer de Praga cubre el cielo de rosas y morados de diferentes intensidades. No nos extraña que la gente se alquile un bote para pasear a ultima hora, es una gozada.


Ya estabamos cansadillos, que el viaje por la noche ha sido una pequeña paliza, asi que nos hemos vuelto a nuestro tranquilo hostel a descansar, cenar algo, tomar otro par de cervecitas a la luz de la luna y jugar al ajedrez. Aunque bueno, no tiene mucho sentido, Lucia siempre gana (haciendo trampas, por supuesto).
Mañana dormiremos por la mañana para recuperar fuerzas y visitaremos el siguiente trozo de Praga: La ciudad pequeña. Asi que mañana os contamos, sed buenos (o que no os vean) y nos os olvideis de que estaremos aqui, mañana, desde el mismo lugar y a la misma hora con "El show de Yoel y Lucia".
Nass sDrravvee!