sábado, 3 de octubre de 2009

Día 16 - Buda... Y toca dar envidia!



Hoy no nos podemos quejar, por fin hemos dormido con fundamento y nos sentimos repletos de energía. Hasta hemos desayunado en la cama!
La ruta de hoy consistía en visitar Buda, la parte izquierda del Danubio. La verdad, esta zona no tiene nada que ver con Pest, mas bien parece un parque de atracciones anexo a la ciudad comercial.
Lo primero que hemos hecho ha sido subir al monte Ghellert, donde se encuentra la ciudadela, antiguo refugio de los húngaros. Tras media hora de subir escaleras y perdernos por caminitos, la cima nos esperaba con las que, probablemente, sean las vistas mas espectaculares de la ciudad. Lamentablemente, estos húngaros piden pasta por todo, así que tampoco hemos podido visitar la ciudadela por dentro.

Fuera hemos hallado una exposición de los cañones y morteros que se usaron en la segunda guerra mundial para proteger el monte. Lo cierto es que es una posición defensiva inmejorable, casi inalcanzable si esta defendida por cañones. Cualquiera sube hasta allí corriendo y esquivando las balas de los tiradores, que debían de tener una posición magnifica para acertar a los escaladores. También hemos visto varias estatuas en los alrededores, una de ellas llamada "La estatua de la libertad".
Tras bajar el monte Ghellert y almorzar hemos subido al palacio de Buda, antigua ciudad de la burguesía. Tras cruzar sus muros no ha sido fácil encontrar el centro, en verdad esto era un antiguo pueblo, pero al fin hemos llegado a una plaza con jardines y símbolos y estatuas de personajes húngaros. Hasta aquí llegaba un coqueto funicular, pero nosotros no nos habíamos enterado. También en esta plaza se encuentra la oficina del primer ministro. Este señor no escatima en gastos, eh, vaya choza.
Una de las cosas que mas nos ha gustado de Buda es que la contaminación no está tan presente aquí, el aire esta limpio y es mas fácil ver el cielo. Como decíamos, casi parece un parque de atracciones turístico, lleno de jardines y con todo bien cuidado (Aunque muchas partes están siendo aún restauradas).



Un poco mas adelante la Iglesia de Matías nos ha saludado con su tejado amosaicado, lleno de color. Rodeándola, el bastión de los pescadores, el antiguo mercado donde se comerciaba con el pescado, nos has sorprendido por su belleza. Se trata de una plaza custodiada por siete torres blancas e impolutas, representando cada uno de los siete días de la semana, desde donde se puede avistar toda Budapest. Sin lugar a dudas, Buda es mucho mas bonita que Pest, y por aquí apenas andan coches.

Cuando hemos terminado la visita ya era el mediodía, y paseando por vez última por el Danubio, hemos vuelto a casa a comer. Y por la tarde...
La tarde ha sido uno de los mejores momentos del viaje, un justo premio a nuestro agotamiento de los últimos días y un bálsamo para el cuerpo y el espíritu. Y que han hecho estos dos, os preguntaréis, para estar tan contentos?
Pues hemos estado en los baños Széchenyi Gyógyfürdó, una experiencia que ningún visitante de Budapest debería perderse. Con aguas naturales de hasta 47 grados, con piscinas interiores, saunas fenicias, turcas... y, lo que es aún mejor, piscinas exteriores con agua calentita y jacuzzis, esto es un verdadero oasis en la ciudad. Todo con una decoración exquisita, aquí nos hemos quedado disfrutando hasta bien entrada la noche. Pena que se nos haya acabado la batería de la cámara antes de que anocheciera, porque estar en el jacuzzi en la calle a oscuras y rodeado de farolas es un lujo que ya nos gustaría tener bien cerca. Quizá deberíais plantearos una visitilla, aunque solo fuese por esto. Por cierto, el asiático de ayer también estaba aquí, parece que se ha quedado en Budapest.

A la salida, hemos visto la Plaza de los Héroes hungaros y el castillo de Széchenyi, que están rodeados por los lagos que se forman del agua filtrada desde la tierra, la misma que usan en las termas.
Relajados, descansados y muy contentos, vamos a ver si nos cenamos una sopita y una pizza en casa. Desde "El show de Yoel y Lucia" nos despedimos y os citamos mañana, a la misma hora, en el mismo canal (Aunque llevamos unos cuantos día sin poder subir nada porque no tenemos internet). Sed buenos (O que no os vean), que aquí vuestros seguros servidores se preparan ya para la siguiente aventura, puesto que mañana partimos ya para...


Día 15 - Pest


Bueno, esto ya es la leche... No vamos a descansar nunca! Esta vez el tren estaba lleno, y no hemos podido tener una cama para dormir. Es decir, que apenas hemos pegado ojo, y cuando nos hemos quedado dormidos un rato nos hemos despertado con el cuerpo dolorido por la postura. Pero que mala suerte con lo de dormir estos últimos días! Que estamos de vacaciones! Al menos conseguimos un asiento, porque unos chicos han viajado en el pasillo del vagón, y nos ha tocado gente maja en el compartimento, una pareja de ancianos Australianos que visitaban Europa. El hombre ya habia estado en diferentes sitios de nuestro continente, pero nos explicaba que le gustaba mucho viajar y que en Oceanía no tenían demasiadas posibilidades de descubrir nuevos lugares. Y encima, el viaje en avión hasta aqui les cuesta 3000 €!
Tras bajarnos del tren hemos desayunado en el McCafé de la estación. La influencia de Italia es bastante grande aquí, por lo que podemos ver, porque todos los cafés tenían su nombre en italiano.
Aquí en Budapest hemos decidido alquilar un piso en una zona céntrica de la ciudad, porque nos costaba lo mismo que el hostal pero así tenemos una cocinita! El piso no esta mal, es antiguo pero todo esta bien habilitado, como si fuera un hostel. Vaya experiencias, eh!
Tras librarnos de las pesadas mochilas, hemos bajado a la calle y comprobado que, efectivamente, estamos en el centro de la ciudad, en una de las calles principales de Pest, la orilla derecha de esta ciudad dividida por el Danubio.
En nuestra guía de Interrail nos recomendaban el restaurante Fàtal para comer, que al parecer servían platos enormes a bajo precio... y damos fé, nos hemos puesto muy muy chatos! Vaya platazos!
Lo que veis es Guylash con champiñones y pollo con una especie de tortilla de lasaña, algo típico de aquí porque ya no recordamos el nombre. Todo estaba muy muy bueno, pero a pesar de ello ha sido imposible acabarnoslo! Todo regado con un par de cervezas húngaras, mmmm...
Pues nada, después de la comida hemos pensado que ya era hora de ver un poco de la ciudad, concretamente de Pest. Nuestro paseo ha comenzado en la Sinagoga, la mas grande de Europa y la segunda en el mundo. Pero son unos gitanos, nos pedían 5 € por entrar... Pero estos religiosos de que van! Además de que vamos a verlos, nos hacen pagar!


La basílica de San Esteban estaba en la siguiente manzana, así que hemos tirado para allí. Quizá el no dormir y comer tanto nos han adormilado, pero la verdad es que ya teníamos una semi-baja en el equipo, y nos hemos arrastrado un poquito para llegar. Estos al menos no nos han cobrado por entrar y hemos podido sentarnos dentro. La basílica en cuestión es un edificio enorme. Y cuando decimos enorme, es enorme de verdad. Quizá, el mas grande que hemos visto en el viaje, pues no solo es alta, sino que también es realmente ancha! Desde fuera es espectacular, adornada en cada uno de los pisos por un montón de estatuas de santos y obispos. Dentro esta la mano del antiguo rey de Hungria Esteban, momificada. Hemos intentado llegar hasta ella, pero a escasos dos o tres metros, un señor nos ha impedido el paso y nos ha dicho que la hora de visitas ya había terminado. Y nosotros colándonos en la habitación! Jejeje! Una curiosidad: Esta noche en el tren había un grupo de asiáticos que iban para Viena, que se habían equivocado de coche y se habían metido en uno de los que terminaban en Budapest. El tío se ha debido de venir el solo, no sabemos si se ha equivocado, pero andaba por la Basílica sin su grupo.
Con las poquitas energías que nos quedaban, hemos dado un paseo a orillas del Danubio, donde un montón de zapatos de bronce recuerdan a las víctimas de la II. guerra mundial que murieron intentado cruzar el río. Ya veis, el rastro de aquella guerra y del comunismo está presente en toda Europa.
Al fondo se encontraba el parlamento húngaro, otro edificio de grandes dimensiones muy señorial. Llegados a este punto, hemos decidido que era hora de descansar y recuperarnos para mañana, y hemos dado la vuelta hasta nuestra casa. Aun así, todavía nos ha dado tiempo de pasar por un parque en el que la gente

ata candados a una estructura metálica pidiendo un deseo. Quien sabe, alguien puede que vuelva en muchos años a buscar su candado y, por supuesto, aún seguirá allí!Budapest, a primera vista, nos ha parecido una ciudad de grandes contrastes. Es muy curioso el ver calles destrozadas y llenas de pobreza, negocios cerrados y gente durmiendo en bancos en el centro de la ciudad, con todo muy sucio, y girar la esquina y descubrir un monumento con una gran zona habilitada a su alrededor, limpia como la patena. O encontrar un hotel de lujo en medio de una calle con apenas pavimento. Lo que no nos ha gustado nada es el incesante tráfico que se mueve por este lado y la visible polución, que apenas permite ver el cielo.
Ahora estamos viendo la tele (Aunque no entendeos un pimiento) y nos vamos a dormir ya, que estos últimos días están siendo una paliza. Menos mal que tenemos una cama enorme y la casa es silenciosa.
Ooouhhh (Bostezo). Os dejamos hasta mañana, a la misma hora, en el mismo canal, desde "El show de Yoel y Lucia". Sed buenos (o que no os vean) y buenas noches!

viernes, 2 de octubre de 2009

Día 14 - Alaridos en la noche


Recordáis que ayer no pudimos dormir demasiado y que nuestra intención era descansar bien anoche y esta mañana? Pues bien, premio de nuevo, porque nuestros vecinos llegaron sobre las 3 de la madrugada bastante contentillos y, hasta que Helena bajó a llamarles la atención, montaron una bulla de mil pares de tortugas... Baste decir que no nos puso de muy buen humor, porque ademas no le vemos la gracia a gritar poniendo la voz ronca, pero quien sabe, la juventud esta muy mal.
Y no contentos con ello, esta mañana nos han repetido el numerito de ayer, solo que mas temprano. Yoel se ha pasado el desayuno mirandolos con odio e intentado poner miradas amenazadoras. Baste decir que no ha tenido mucho exito, porque ni el profesor del grupo nos ha dicho nada...
Asi que hemos preparado las mochilas y hemos dejado la habitación, con un sueño... Pero no podíamos dejar pasar la oportunidad de visitar por ultima vez Praga, así que armados de ímpetu y poco mas, nos hemos arrastrado hasta la ciudad pequeña una vez mas, para recorrer sus calles con luz. También hemos descubierto los canales que cruzan esta zona y hemos comido a sus orillas. Hum... esto que se llamará, la Venecia Checa?



Como habéis podido comprobar, hoy hemos utilizado el termino arrastrarnos. Y es que eso es lo que hemos hecho, porque apenas podíamos con el sueño.
Tras terminar de pasear la única zona de Praga que nos quedaba, "La ciudad nueva" (Que tiene poco que ofrecer, todo sea dicho), hemos vuelto a "nuestro" restaurante sobre las 8 de la tarde, para tomar nuestra última cena y... no solo estaba buenísimo una vez mas, sino que ponían el partido de la Champions del Barça en la tele! Aunque no nos ha dado tiempo a terminar de verlo, porque nuestro tren salía a las doce y media y teníamos que volver al hostal a recoger los bartulos.
Tras despedirnos de Helena y Vera, ya estamos en la estación de tren, esperando a que nuestro andén aparezca en la pantalla luminosa, asi que nos despedimos de vosotros, no sea que lo perdamos!
Como siempre, un fuerte abrazo desde "El show de Yoel y Lucia". Mañana, en el mismo canal y a la misma hora aunque...
Pristi Zastavska... Budapest!


Día 13 - Mala Strana

Esta mañana, como os dijimos ayer, la pensábamos ocupar en dormir y dormir... ay, que ilusos! Nuestros queridos vecinos (Un grupo de chavales de alguna escuela alemana o algo así) se han ocupado de negarnos toda posibilidad de descanso, mediante una inteligente estratagema mezcla de berridos y alaridos, sutilmente aliñados con portazos y demás lindezas... a las ocho de la mañana! Esperamos que al menos se lo hayan pasado bien!
Así pues, nos hemos resignado y nos hemos levantado a desayunar con la intención de volver a dormirnos mas tarde, aunque ya nos habíamos desvelado y no hemos podido dormir mas. Hemos terminado a la orilla del río leyendo y disfrutando del solecito, hasta la hora de comer.
Como no podía ser de otra manera, hemos repetido comida en el que ya es nuestro restaurante favorito de la República Checa! Esta vez hemos probado unas pechugas de pollo con queso, bechamel y espinacas, acompañadas de bolitas de patata.
Y aunque hemos salido bastante temprano en dirección a Praga, hoy ha anochecido excepcionalmente rapido. Para cuando llegamos, casi no quedaba luz, pero no hay mal que por bien no venga y así hemos podido ver la ciudad de noche.



Nuestro primer objetivo ha sido el cementerio judío pero... adivináis que? El día 28 debe de ser una festividad y estaba cerrado! Toma suerte!

Tras esto, nos hemos dirigido a la "Mala Strana" o ciudad pequeña, la parte de Praga mas allá del puente de St. Charles. Cruzándolo, hemos visto las cinco estrellas de oro que aparecieron en el río el día que el rey de praga, atacado de celos por su esposa, ahogó al obispo de la ciudad por no revelarle los secretos de esta. Ahora reposan en la estatua dedicada a este mismo obispo.
Lo cierto es que hasta este momento estábamos un poquito decepcionados con Praga, porque el casco antiguo está lleno de atracciones para turistas y ayer no nos pareció demasiado espectacular. Con la de veces que hemos oído hablar acerca de la belleza de esta ciudad! Pero su esencia debe de estar en esta "Ciudad pequeña", que hasta no mucho debía de estar ocupada por gente poco recomendable, segun hemos oído.
Lo primero que hemos hecho, aprovechando que aun quedaba algo de luz, ha sido visitar el muro de John Lennon. No es tan impresionante como el de Berlín (Y no tiene nada que ver), pero es un bonito homenaje al cantante donde cada uno escribe lo que quiera decirle al mundo.
Hemos subido por una cuesta que llegaba hasta la iglesia de San Nicolás, construida en la falda del monte que vigila Praga, con lo que podéis imaginar que las vistas eran espectaculares. Pena que no conseguimos sacar fotos muy buenas de noche!
Después, hemos buscado el castillo de Praga, también en la zona alta. Su tamaño es abrumador, apenas entra en la vista! Nos hemos abstenido de la visita por el interior, demasiado cara y larga, y hemos recorrido sus muros hasta encontrar una salida donde estaba escrito "La calle de oro".
Siguiendo tan intrigante indicación, descubrimos una bonita calle repleta de casas muy pequeñitas, en las que difícilmente entraríamos por la puerta. Al parecer son muy antiguas, así que suponemos que sus huéspedes originales debían de ser mas bajitos que nosotros. Mira, si al final somos altos y todo!



La calle conduce a la falda del monte, donde se ubican varios bares especializados en el tradicional vino de Praga, que se sirve caliente como una sopa para combatir el frío del invierno, y con las mismas vistas espectaculares de las que os hablábamos. La verdad es que la ciudad sabe lucirse

Bastante cansados y con un poco de frío, hemos vuelto hacia el centro y hemos cenado un poco de couscous y de hummous en un garito que se llamaba Duende, donde ponían buena música. Y, bueno, hemos terminado con una pequeña deuda porque no habíamos sacado demasiado dinero pero... vamos, con lo majetes que somos, quien no nos va a perdonar un eurito?
Ahora, ya en el Boathouse, intentaremos dormir y recuperar fuerzas, que a este paso no hay manera de recargar las pilas!
Mañana ya es nuestro ultimo día emitiendo el "Show de Yoel y Lucia" desde Praga, así que no os lo perdáis, en el mismo canal y a la misma hora! (Es decir, a ninguna, cuando tengamos internet disponible!). Desde orillas del río Vltava os mandamos un beso y os recomendamos ser buenos (O, en deferencia, que no os vean)!