sábado, 3 de octubre de 2009

Día 15 - Pest


Bueno, esto ya es la leche... No vamos a descansar nunca! Esta vez el tren estaba lleno, y no hemos podido tener una cama para dormir. Es decir, que apenas hemos pegado ojo, y cuando nos hemos quedado dormidos un rato nos hemos despertado con el cuerpo dolorido por la postura. Pero que mala suerte con lo de dormir estos últimos días! Que estamos de vacaciones! Al menos conseguimos un asiento, porque unos chicos han viajado en el pasillo del vagón, y nos ha tocado gente maja en el compartimento, una pareja de ancianos Australianos que visitaban Europa. El hombre ya habia estado en diferentes sitios de nuestro continente, pero nos explicaba que le gustaba mucho viajar y que en Oceanía no tenían demasiadas posibilidades de descubrir nuevos lugares. Y encima, el viaje en avión hasta aqui les cuesta 3000 €!
Tras bajarnos del tren hemos desayunado en el McCafé de la estación. La influencia de Italia es bastante grande aquí, por lo que podemos ver, porque todos los cafés tenían su nombre en italiano.
Aquí en Budapest hemos decidido alquilar un piso en una zona céntrica de la ciudad, porque nos costaba lo mismo que el hostal pero así tenemos una cocinita! El piso no esta mal, es antiguo pero todo esta bien habilitado, como si fuera un hostel. Vaya experiencias, eh!
Tras librarnos de las pesadas mochilas, hemos bajado a la calle y comprobado que, efectivamente, estamos en el centro de la ciudad, en una de las calles principales de Pest, la orilla derecha de esta ciudad dividida por el Danubio.
En nuestra guía de Interrail nos recomendaban el restaurante Fàtal para comer, que al parecer servían platos enormes a bajo precio... y damos fé, nos hemos puesto muy muy chatos! Vaya platazos!
Lo que veis es Guylash con champiñones y pollo con una especie de tortilla de lasaña, algo típico de aquí porque ya no recordamos el nombre. Todo estaba muy muy bueno, pero a pesar de ello ha sido imposible acabarnoslo! Todo regado con un par de cervezas húngaras, mmmm...
Pues nada, después de la comida hemos pensado que ya era hora de ver un poco de la ciudad, concretamente de Pest. Nuestro paseo ha comenzado en la Sinagoga, la mas grande de Europa y la segunda en el mundo. Pero son unos gitanos, nos pedían 5 € por entrar... Pero estos religiosos de que van! Además de que vamos a verlos, nos hacen pagar!


La basílica de San Esteban estaba en la siguiente manzana, así que hemos tirado para allí. Quizá el no dormir y comer tanto nos han adormilado, pero la verdad es que ya teníamos una semi-baja en el equipo, y nos hemos arrastrado un poquito para llegar. Estos al menos no nos han cobrado por entrar y hemos podido sentarnos dentro. La basílica en cuestión es un edificio enorme. Y cuando decimos enorme, es enorme de verdad. Quizá, el mas grande que hemos visto en el viaje, pues no solo es alta, sino que también es realmente ancha! Desde fuera es espectacular, adornada en cada uno de los pisos por un montón de estatuas de santos y obispos. Dentro esta la mano del antiguo rey de Hungria Esteban, momificada. Hemos intentado llegar hasta ella, pero a escasos dos o tres metros, un señor nos ha impedido el paso y nos ha dicho que la hora de visitas ya había terminado. Y nosotros colándonos en la habitación! Jejeje! Una curiosidad: Esta noche en el tren había un grupo de asiáticos que iban para Viena, que se habían equivocado de coche y se habían metido en uno de los que terminaban en Budapest. El tío se ha debido de venir el solo, no sabemos si se ha equivocado, pero andaba por la Basílica sin su grupo.
Con las poquitas energías que nos quedaban, hemos dado un paseo a orillas del Danubio, donde un montón de zapatos de bronce recuerdan a las víctimas de la II. guerra mundial que murieron intentado cruzar el río. Ya veis, el rastro de aquella guerra y del comunismo está presente en toda Europa.
Al fondo se encontraba el parlamento húngaro, otro edificio de grandes dimensiones muy señorial. Llegados a este punto, hemos decidido que era hora de descansar y recuperarnos para mañana, y hemos dado la vuelta hasta nuestra casa. Aun así, todavía nos ha dado tiempo de pasar por un parque en el que la gente

ata candados a una estructura metálica pidiendo un deseo. Quien sabe, alguien puede que vuelva en muchos años a buscar su candado y, por supuesto, aún seguirá allí!Budapest, a primera vista, nos ha parecido una ciudad de grandes contrastes. Es muy curioso el ver calles destrozadas y llenas de pobreza, negocios cerrados y gente durmiendo en bancos en el centro de la ciudad, con todo muy sucio, y girar la esquina y descubrir un monumento con una gran zona habilitada a su alrededor, limpia como la patena. O encontrar un hotel de lujo en medio de una calle con apenas pavimento. Lo que no nos ha gustado nada es el incesante tráfico que se mueve por este lado y la visible polución, que apenas permite ver el cielo.
Ahora estamos viendo la tele (Aunque no entendeos un pimiento) y nos vamos a dormir ya, que estos últimos días están siendo una paliza. Menos mal que tenemos una cama enorme y la casa es silenciosa.
Ooouhhh (Bostezo). Os dejamos hasta mañana, a la misma hora, en el mismo canal, desde "El show de Yoel y Lucia". Sed buenos (o que no os vean) y buenas noches!

1 comentario:

  1. hombre si no habia visto esto, yo creo que acaba de llegar, o que?, y yo que estaba en el capitulo antrior pensando por donde andais...JJJ
    ademas creo que hay otro más, voy a ver, muxus

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